AEGE realizó esta mañana en Madrid la cuarta edición de su Foro anual, que contó en su apertura con la participación de la Directora de Política Energética y Minas, Teresa Baquedano.
La presidente de AEGE, Esther Alonso, expuso que la industria electro-intensiva, como elemento tractor de la economía nacional, desea contribuir a la consecución del objetivo fijado por la Comisión Europea de reindustrializar Europa, posibilitando que la industria represente el 20% del PIB nacional en 2020.
El suministro eléctrico es una materia prima estratégica de las industrias de AEGE, en cuyos procesos productivos los costes energéticos llegan a suponer hasta un 40% del coste total. Por tanto para lograr impulsar el desarrollo del sector industrial es necesario contar con una serie de estímulos, de los cuales para la industria electro-intensiva el más importante es lograr disponer de un suministro eléctrico CEP. Es decir un suministro competitivo, estable y predecible:
- Competitivo para posibilitar a las industrias españolas competir en igualdad de condiciones con sus competidores europeos y mundiales.
- Estable habilitando un marco regulatorio estable y modalidades de contratación del suministro eléctrico compatibles con las necesidades de la industria, alejadas de la volatilidad de los mercados spot.
- Predecible para garantizar la consecución de inversiones a largo plazo.
Los representantes de la industria electro-intensiva como Pedro Larrea, Presidente de FerroAtlántica o Javier Targhetta, Consejero Delegado de Atlantic Copper, han coincidido en señalar en sus intervenciones que el precio del suministro eléctrico es más elevado en España que en otros países europeos como Francia y Alemania, hecho que actualmente está lastrando la competitividad de la industria española. En esta pérdida de competitividad han influido algunas de las decisiones implementadas en el sector, como el aumento de la fiscalidad sobre el mercado eléctrico, la insuficiencia de las medidas de apoyo para la compensación de costes del CO2 y los ajustes realizados en el servicio de gestión de la demanda de interrumpibilidad.
En palabras de Esther Alonso las industrias de AEGE tenemos vocación de permanecer e incrementar nuestra actividad en España y creemos que la reindustrialización además de ser posible es la clave para revitalizar la economía de España y de Europa. La clave para posibilitar el crecimiento es disponer de un suministro eléctrico CEP (competitivo, estable y predecible) que permita a España impulsar el desarrollo de un sector industrial de referencia internacional, para lo cual AEGE considera que es necesario impulsar una política energética al servicio de la industria. A este respecto, como herramienta que ayude a lograr los objetivos marcados, AEGE ha solicitado al Ministerio de Industria la apertura de una mesa de trabajo para la industria electro-intensiva, espejo del grupo de trabajo recientemente convocado a nivel europeo por la Comisaria Eliżbieta Bie??kowska, de manera idéntica a como ya se hiciera en el pasado con el sector del acero, para así analizar e impulsar las medidas que posibiliten el cumplimiento del objetivo de reindustrialización marcado por la Comisión Europea. Medidas que hoy fueron expuestas y debatidas en el Foro de AEGE, entre las que la industria citó la necesidad de disponer de contratos bilaterales competitivos a medio y largo plazo, la revisión de la fiscalidad del mercado eléctrico para los suministros electro-intensivos y la armonización de los costes regulados con los del resto de países de Europa, así como potenciar esquemas de colaboración entre la industria y la operación del sistema eléctrico como el servicio de gestión de interrumpibilidad.
La Presidenta de AEGE ha comentado que esta crisis ha reforzado la posición competitiva de nuestra industria, hemos hecho nuestros deberes y es hora de impulsar actuaciones políticas que favorezcan nuestra presencia en España a largo plazo.
En este sentido varios ponentes han destacado las inversiones en innovación que han realizado en los últimos años para situarse a la vanguardia mundial en eficiencia energética de sus procesos. En concreto, Atlantic Copper ha reducido un 36% su consumo energético unitario en los últimos 10 años, situándose hoy en día a la cabeza de las fundiciones de cobre más eficiente desde el punto de vista energético.